POEMA 11
Acabo de despertar y escucho el alarido de la nada.
El cimento cruza la esquina de estas paredes
y los pasos son los trenes.
No hay nada. No hay arboles, ni sombras suyas
no hay música, ni gorriones
Aquí reposa única y exclusivamente una estúpida sensacion
de intensa monotonía.
El cimento cruza la esquina de estas paredes
y los pasos son los trenes.
No hay nada. No hay arboles, ni sombras suyas
no hay música, ni gorriones
Aquí reposa única y exclusivamente una estúpida sensacion
de intensa monotonía.
0 Comentários:
Postar um comentário
<< Home