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domingo, 14 de dezembro de 2008

POEMA 11

Acabo de despertar y escucho el alarido de la nada.

El cimento cruza la esquina de estas paredes

y los pasos son los trenes.

No hay nada. No hay arboles, ni sombras suyas

no hay música, ni gorriones

Aquí reposa única y exclusivamente una estúpida sensacion

de intensa monotonía.

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